Entre balnearios, pueblos mágicos, procesiones y platillos que te abrazan el alma, Morelos es ese destino que combina lo mejor del turismo cultural, la tradición y la buena vida.
🕊️ Entre silencios y color: así se vive la Semana Santa en Morelos
Mi primera parada siempre es Tepoztlán. Llegar ahí en Semana Santa es como entrar a un libro que late: calles empedradas, flores, tambores en la lejanía y los tamales de ceniza que humean desde temprano. La Procesión del Silencio es impresionante. No hay palabras, solo velas encendidas y pasos acompasados… te juro que se te pone la piel chinita.
En Cuernavaca, la cosa cambia un poco. Aquí se mezclan lo solemne y lo festivo: las iglesias se decoran con palmas, se realizan viacrucis vivientes y se sienten esas ganas de compartir en familia. Si te toca en el Jardín Borda, puedes ver danzas tradicionales, música y gastronomía local en cada rincón.
🍽️ Y hablando de comida... ¡la Cuaresma en Morelos es deliciosa!
Hay algo profundamente reconfortante en comer tortitas de camarón con nopales en Cuautla mientras ves pasar una procesión. O probar tamales de charal, agua de pitahaya o ese mole rosa típico de Tlaltizapán que parece salido de una obra de arte.
Durante estas fechas, las cocinas se llenan de ingredientes de temporada, y no puedes irte sin probar los chiles capones, los tlaxcales y el dulce de calabaza con piloncillo.
![]() |
Tamal de Pescado |
🚗 Tips de viajero si vas a Morelos en Semana Santa
Llega temprano: los pueblos se llenan rápido, especialmente Tepoztlán y Cuernavaca.
Reserva hospedaje con anticipación: si puedes, busca pequeños hostales con encanto.
Ve ligero: hace calor, lleva ropa fresca, agua y calzado cómodo.
Respeta los rituales religiosos: aunque no seas creyente, son manifestaciones culturales valiosísimas.
🏨 ¿Dónde dormir rico y con estilo?
Si algo tiene Morelos es que sabe consentir. Aquí no solo vienes a turistear, también vienes a recargar cuerpo, mente y corazón. Si buscas una estancia de puro descanso y buena vibra, te dejo algunas joyitas:
Misión del Sol (Jiutepec) es un refugio holístico solo para adultos, ideal si tu plan es desconectar del mundo y reconectar contigo.... y tu divino tormento. Villas entre jardines, silencio, tratamientos... un verdadero oasis.
En Casa Tabachín (Cuernavaca) te sientes como en casa, tiene el distintivo Hotel Boutique lo que te asegura una estancia única, reconfortante y pacífica y con el plus de un piano bar, spa, sauna y una vibra boutique encantadora.
Anticavilla (Cuernavaca) es arte, diseño y hospitalidad en cada rincón. Su spa Maikiki es famoso en Cuernavaca, y su restaurante es de esos que se quedan en la memoria.
Si lo tuyo es Tepoztlán (¡y cómo no!), Casa Fernanda tiene todo para un finde de descanso total: jardines, alberca, restaurante y ese ambiente místico que solo este pueblo mágico tiene.
Y si quieres vivir el Tepozteco desde una vista de ensueño, Buena Vibra Wellness Resort es un paraíso para el alma: yoga, temazcal, masajes... puro bienestar.
🎨 ¿Y qué más hay que ver?
El ex Convento de San Juan Bautista (Tepoztlán)
Las estacas, ideal para nadar entre aguas cristalinas
El centro de Cuernavaca y el Palacio de Cortés
El mercado de artesanías de Tlayacapan (¡Lleva bolsas grandes!)
🙌 Morelos en Semana Santa no solo se recorre, se siente
Más que un destino, Morelos se convierte en un refugio para los sentidos. No importa si eres de iglesias, de balnearios o de tacos de hongos, aquí siempre hay algo esperándote. Y si vas, cuéntame… ¿con qué sabor te quedas tú?
No te vayas sin compartir el post con tus amigos. Nos leemos la siguiente huida y mientras tanto, te dejo...
Besos viajeros
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias!! Tus comentarios son muy valiosos para mi